Historias sociales en el autismo: qué son, para qué sirven y cómo crearlas paso a paso
Como madre o padre de alguien con autismo, TDAH, o cualquier otra neurodiferencia, puede que hayas oído hablar de las llamadas historias sociales. Se trata de una herramienta práctica, poderosa y sencilla, pero… ¿Qué son? ¿Para qué sirven? ¿Cómo se crean? Y, sobre todo, ¿cómo pueden ayudar a personas con autismo, TDAH y otras neurodivergencias a comprender mejor las situaciones sociales y sentirse más seguras en su día a día?
¿Qué son?
Las historias sociales (social stories) fueron creadas por Carol Gray a principios de los años 90. Nacieron como una estrategia para ayudar a niños y niñas en el espectro autista a entender mejor las situaciones sociales que pueden resultar confusas, ambiguas o incluso estresantes.
Una historia social es un relato breve, claro y estructurado, que describe una situación, habilidad o concepto social desde una perspectiva comprensible y predecible.
Su objetivo no es corregir, sino informar y empoderar, facilitando que la persona pueda anticipar lo que sucederá, qué se espera de ella y qué puede sentir o hacer en ese contexto.
👉 Por ejemplo: una historia social puede explicar qué ocurre cuando vamos al dentista, cómo saludar a alguien en una fiesta, o qué hacer si necesito ayuda en el colegio.
Pueden ser increíblemente útiles para los niños neurodivergentes (¡y también neurotípicos!). Yo misma las he usado mucho con mi propio hijo, aunque últimamente es cierto que son de tipo más verbal y no tan visual/estrcturado como cuando era pequeño.
¿Por qué y para qué se utilizan?
A ver, te lo voy a decir a las claras: crear narrativas sociales lleva tiempo, por lo que es fundamental saber cuál puede ser el beneficio (para nosotros, los cuidadores, y sobre todo para ellos, nuestros hijos). Si básicamente lo vemos como una inversión, el retorno puede ser muy positivo. ¿Por qué? Para muchas personas en el espectro autista, las interacciones sociales pueden ser impredecibles o difíciles de interpretar. Aquí es donde las historias sociales se convierten en aliadas fundamentales.
Las narrativas sociales pueden ayudar a:
Reducir la ansiedad: ¿Quién no quiere herramientas para reducir la ansiedad? Los niños ND suelen sentirse ansiosos en entornos y situaciones sociales desconocidos (lo que a menudo provoca que sus sistemas nerviosos se sobrerregulan o desregulan, lo que, por supuesto, puede provocar crisis nerviosas).
Fomentar la autorregulación emocional al clarificar expectativas. Las narrativas sociales ayudan a prepararlos para lo que les espera, y gestionar las expectativas es una de las principales estrategias para apoyar a nuestros hijos.
Hacer explícitas las "reglas" sociales no escritas: Las narrativas sociales pueden explicar algunas de las expectativas sociales no escritas en muchos contextos diferentes. También pueden ayudar a los niños que tienen dificultades para interpretar las señales sociales explicándoles algunas de ellas de forma sencilla.
Fomentar la independencia: Las narrativas sociales pueden empoderar a los niños neurodivergentes enseñándoles a manejar las situaciones por sí solos sin depender siempre de la ayuda de un adulto. Porque cuando se sienten competentes, se sienten más tranquilos y controlados (lo cual SIEMPRE es bueno).
Pero, y esto es clave, a diferencia de las normas rígidas, una historia social no obliga, sino que acompaña. Es un relato amable, respetuoso y personalizado.
Cuando se pueden utilizar y en qué tipo de situaciones
Las narrativas sociales pueden ser útiles en todo tipo de situaciones. Funcionan muy bien para experiencias nuevas (como viajar a un lugar nuevo, empezar una nueva escuela o un nuevo campamento), para experiencias predeciblemente desafiantes (como organizar o asistir a una fiesta de cumpleaños, o ir al dentista) o para explicar explícitamente algunas normas sociales con las que tienen dificultades (como citas para jugar o cambiar a camisas y pantalones de manga larga en invierno).
Puedes presentar la historia una semana antes si es útil, o dos semanas antes, o el día anterior si tienes un niño que se pondrá ansioso por la llegada del evento. Tú conoces a tu hijo/a mejor que nadie, así que preséntala cuando parezca el momento adecuado. Y, si no te va bien, ¡ahora ya lo sabes para la próxima vez!
Ejemplos de cómo las historias sociales pueden utilizarse en múltiples contextos:
En el hogar: para explicar cambios de rutina, visitas, nacimientos, mudanzas, etc.
En la escuela: para preparar evaluaciones, recreos, actos escolares.
En terapias: para anticipar ejercicios, salidas, sesiones nuevas.
En la comunidad: para preparar un viaje en colectivo, una consulta médica o una ida al cine.
También pueden ser útiles en situaciones emocionales difíciles: ¿qué hacer cuando estoy frustrado?, ¿cómo actuar si alguien me grita?, ¿cómo expresar que necesito estar solo?
La clave es que sea una herramienta personalizada y flexible, no una receta universal.
¿Cómo y por dónde empezar a crear historias sociales?
Aquí tienes algunas pautas básicas a seguir y pasos a seguir:
Identifica el tema: visualiza qué cosas se avecinan que podrían ser difíciles de manejar para tu hijo/a. También puedes probar con una historia para abordar algunos de los desafíos sociales que estás notando (Consejo: Asegúrate de elegir un desafío adecuado y respeta el nivel de desarrollo de tu hijo/a).
Identifica qué podría ser difícil para tu hijo en esa situación y desglosa los elementos que podrían causarle angustia o ansiedad (Consejo n.° 2: piensa en la situación desde la perspectiva de tu hijo).
Usa un lenguaje sencillo y positivo: evita usar "no"; exprésalo de forma positiva (por ejemplo, en lugar de "no gritamos en el avión", di "podemos hablar en voz baja cuando estamos en el avión"). Adapta la longitud y la complejidad de las oraciones a la edad y el nivel de desarrollo de tu hijo.
Usa frases en primera persona siempre que sea posible, como: "Cuando vaya al médico con mi mamá, me sentaré en la sala de espera hasta que me llamen". Las frases con "nosotros" también funcionan cuando es apropiado.
Describe y desglosa los pasos implicados: también puedes explicar por qué ciertos comportamientos son esperados y útiles (p. ej., "En la consulta del dentista, me sentaré en la silla cómoda y abriré la boca cuando me lo pida. Así, podrá revisar y contar mis dientes").
Incluye recursos visuales: Usa fotos de tu hijo siempre que puedas para que pueda visualizarse mejor en la situación. ¡Las imágenes prediseñadas y las fotos de archivo de internet también sirven!
Opcional: Frases de perspectiva: Puedes describir cómo se sienten o reaccionan los demás (p. ej., "Quizás otros niños quieran jugar con los mismos juguetes que a mí. Podrían entristecerse si les quito un juguete de las manos").
Opcional: Frases directivas: Sugiere el comportamiento o las respuestas esperadas e incluye el porqué (p. ej., "¡Usaré el tobogán por turnos para que otros niños también se diviertan!").
Opcional: Reconoce los desafíos: Puedes ser sincero y decir que esto puede resultar difícil y que está bien (p. ej., "A veces la fila en el aeropuerto es larga y tendremos que esperar. Podemos escuchar música, jugar a un juego de pie o hablar mientras esperamos").
Para ir acabando, Como toda herramienta, las historias sociales tienen sus límites. No reemplazan el acompañamiento profesional ni el vínculo afectivo.
Además, no todas las personas con autismo se sienten cómodas con relatos escritos o visuales. Algunas prefieren videos, dramatizaciones o simplemente una conversación directa.
Y algo muy importante: si no se actualizan o se usan de manera rígida, pueden volverse mecánicas o poco significativas.
Las historias sociales nos invitan a pensar cómo traducimos el mundo social para quienes lo viven de una manera distinta. Pero también son una oportunidad para cuestionar nuestras propias normas y construir entornos más claros, previsibles y accesibles para todas las personas.
Si acompañas a alguien en el espectro autista —como madre, padre, docente o terapeuta— quizás quieras probar escribir una historia social juntos. Puedes comenzar con algo sencillo, como: “¿Qué hago cuando llega la hora de dormir?” o “¿Cómo pedir ayuda en clase?”
Si ya lo haces, me encantaría saber tu experiencia, déjame un comentario abajo.
¿Conocías las historias sociales antes de este episodio? Te leo en comentarios 👇🏼
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